El Juzgado de Instrucción de Madrid ha admitido a trámite la querella que la Asociación Española de Abogados Cristianos presentó contra el periodista Arcadi Espada, por sus afirmaciones sobre el sobrecoste
derivado de la atención, necesariamente extraordinaria, que deben recibir los nacidos con graves discapacidades.
"Es procedente, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 757 y 774 de la citada ley procesal, instruir Diligencias Previas y practicar aquellas esenciales encaminadas a efectuar tal determinación y, en su caso, el procedimiento aplicable, acordándose citar para declarar en calidad de investigado a Arcadi Espada una vez firme la presente resolución", recoge el auto. "El elemento nuclear del hecho delictivo consiste en la expresión de epítetos, calificativos, o expresiones, que contienen un mensaje de odio que se transmite de forma genérica", añade.
“El elemento nuclear del hecho delictivo consiste en la expresión de epítetos, calificativos, o expresiones, que contienen un mensaje de odio que se transmite de forma genérica”.
ResponderEliminarY el odio… ¿dónde está? ¿Y su transmisión? ¿Existió tal transmisión de odio? La pretensión de retorcer la ley con el efecto de que aparezcan cosas que no existen resulta profundamente inmoral. El único odio que allí se indujo es el de la sociedad hacia Arcadi Espada.
Que Arcadi Espada sea objeto de una investigación judicial por esto no resulta menos grotesco que abrir una causa contra la Asociación Española de Abogados Cristianos, no vaya ser que mediante esta querella esté transmitiendo de forma genérica un mensaje de odio hacia todos aquellos que formulen motivos contrarios a su canon moral. ¡Habrá que “investigar”!
Una sociedad que pretenda ceñir la ley a la moral de esta manera va camino de convertirse en una sociedad irrespirable. Para experimentar un poco esta asfixia, sano ejercicio, entiéndase por “la moral” aquella que resulte socialmente dominante en cada momento; la que jamás tendrá rango de ley es la que cada cual considere excelente, mientras no sean sus propios ideales los que predominen en la sociedad en su conjunto… o los que “dominen a” la sociedad en su conjunto, porque llegados a este punto “la sociedad” deja de ser un sujeto moral para convertirse en un objeto.